Patxi Subijana, fundador de Ezkurtxerri, nació en 1958 entre los barrios de Martutene y Ergobia, en Astigarraga, cerca de San Sebastián. Aunque su padre anhelaba que se convirtiera en ingeniero químico, Patxi siempre supo que su verdadero sueño era ser ingeniero agrónomo. A pesar de no poder hacer realidad su deseo inicial, completó sus estudios en química. No obstante, no renunció a su gran pasión y decidió sumergirse en el mundo rural junto con sus amigos, utilizando sus primeros ahorros para adquirir sus primeras vacas lecheras.

Desde aquel momento, Patxi ha recorrido un largo camino en el sector primario, abrazando un estilo de vida en el que siempre ha creído y anhelado en cada paso que ha dado. Su dedicación y compromiso con el campo son palpables en cada aspecto de su trabajo. A lo largo de los años, ha labrado un legado basado en la pasión por la agricultura y la crianza de animales.

Patxi Subijana encarna los valores tradicionales arraigados en el corazón del sector primario. Su amor por la tierra y su profundo respeto por las raíces de su herencia se reflejan en cada una de sus acciones. Cada decisión que toma está guiada por el deseo de preservar y promover una forma de vida en armonía con la naturaleza.

Su incansable búsqueda de la excelencia se manifiesta en la calidad de los productos que ofrece. Cada producto que sale de las manos de Patxi Subijana es un testimonio de su dedicación y conocimiento. Cada bocado se convierte en una experiencia sensorial única, una conexión directa con la tierra y el trabajo minucioso que la ha moldeado.

Más allá de su amor por la agricultura y la ganadería, Patxi Subijana también es un defensor apasionado de un estilo de vida sostenible y respetuoso con el medio ambiente. Comprende la importancia de preservar los recursos naturales para las generaciones futuras y se esfuerza por implementar prácticas responsables en todas las facetas de su trabajo. Su visión trasciende el éxito individual y se centra en el bienestar colectivo y en la creación de un mundo mejor para todos.

La historia de Patxi Subijana es una inspiración para aquellos que sueñan con seguir su pasión y encontrar su lugar en el mundo. Su perseverancia y valentía son un recordatorio de que los sueños pueden hacerse realidad cuando se sigue el llamado del corazón. A través de su labor, Patxi ha dejado una huella perdurable en la comunidad agrícola y ha allanado el camino para las generaciones venideras.